Escrito por Samuel Valenzuela Viernes 14 de Febrero de 2014 21:54

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Escrito por Samuel Valenzuela

Viernes 14 de Febrero de 2014 21:54

Lo ocurrido este día del amor y la amistad en Vícam es sólo una tregua nacida de la confianza de la Tribu Yaqui en el Gobierno de la República de que por fin se atenderán sus rezagos históricos y por establecerse compromisos de buscar soluciones sustentables y de fondo para garantizar el agua a Hermosillo, sin afectar la cuenca del Río Yaqui. Así podemos resumir lo ocurrido bajo la ramada de la cabecera de  los pueblos yaquis, espacio sagrado donde se registró el punto de inflexión, el parteaguas de un ya prolongado conflicto por la ilegal construcción y operación del acueducto El Novillo, obra que a la luz de los acuerdos tomados, cuando mucho le quedan tres meses de vida. Sin la presencia de ni un solo representante del oficialismo panista que encabeza el gobernador Guillermo Padrés, culminó un largo e intenso proceso de diálogo y de deliberación, para que mediante un acto sin ningún protocolo se levantara el bloqueo de la carretera en esa populosa comunidad indígena, en función de lo pactado por los gobernadores de la etnia y representantes de la Secretaría de Gobernación y la Semarnat y la Comisión Nacional del Agua. Durante alrededor de tres horas, de acuerdo al ritual de la etnia en la toma de decisiones importantes, Luis Enrique Miranda Nava, Subsecretario de Gobernación, David Korenfeld, director de Conagua y representantes de la Semarnat y de Sagarhpa, aguantaron estoicos el diálogo y toma de acuerdos de las autoridades tradicionales, fungiendo como interlocutores el vocero Tomás Rojo y el Secretario de Vicam, Mario Luna. Desde temprano era un hecho que el acuerdo estaba planchado porque solo así se entendía que la representación federal se atreviera a acudir a ese recinto sagrado, faltando solo conocer los términos del documento que establece las bases para una solución de fondo al más grave problema político, social y económico de Sonora en casi 40 años. Fue a través de la Delegación de la Segob en Sonora a cargo de Adolfo García Morales, en coordinación con el delegado de Conagua, César Lagarda, quien invitó a un grupo de comunicadores de Hermosillo para dar cobertura a ese evento luego de que apenas horas antes se conociera que por fin había las condiciones para que los altos funcionarios federales fueran recibidos por las autoridades tradicionales de la etnia. Para nuestro gusto lo más importante del acuerdo es que se fija el plazo no mayor de tres meses para que se concluya la consulta a la tribu para la formulación del Manifiesto de Impacto Ambiental para de esa forma se resuelva de fondo el resolutivo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que ordenó ese ejercicio para atender el reclamo de la etnia y que dejó insubsistente  el anterior trámite fraudulento levantado sin tomar en cuenta a nadie. Esa solución de fondo implica nada más y nada menos que el nuevo MIA que se formule resultará negativo a los intereses de quienes violaron la ley para construir y operar el acueducto, percepción arraigada entre los asistentes y remachada por las diversas intervenciones de Miranda nava y del Mismo Korenfeld, y no se diga por Luna y Rojo. Un MIA que en el que su consulta derive en el rechazo de la tribu tiene el efecto de la cancelación del acueducto, independientemente al sentido de las resoluciones pendientes que se trabajan en la SCJN, cuando como se sabe, ya hay un fallo que deja al acueducto sin volúmenes para trasvasar, porque se da el caso de que ya la representación legal novillera trabaja en una denuncia penal en contra de Korenfeld por falsificación de documentos al amañar una autorización extemporánea para dicho trasvase. Lo anterior es para los efectos del acueducto y su operación, porque el punto de mayor potencia y que nos dicen dejó turulatos a los caciques agrotitanes de la Costa de Hermosillo y a los especuladores inmobiliarios e industriales de la capital de Sonora, es que la Conagua iniciará de inmediato el reordenamiento de la cuenca del Río Sonora con el fin de identificar usos principales de la cuenca, fijar metas de aprovechamiento de cada uso y alternativas y estrategias para implantar el uso eficiente del recurso y ojo, priorizando el uso de consumo humano. También se acordó acelerar la construcción de la planta tratadora de aguas residuales en Hermosillo para negociar el intercambio de agua de pozos de agricultores hasta por 80 millones de metros cúbicos al año y a la vez, en un plazo no mayor de un año disponer de los estudios de factibilidad para dar una solución sustentable, permanente y de fondo, que no divida a los sonorenses o sea la construcción de una o más desaladoras que atienda a Hermosillo y a otras regiones de Sonora. De la misma forma y fiscalizado directamente por Conagua, se destinarán 100 millones de pesos para mejorar la eficiencia y fortalecer el sistema de medición y las finanzas de Agua de Hermosillo con el fin de recuperar los caudales perdidos por la deteriorada red de agua de la capital de Estado, lo cual no es otra cosa de la grave desconfianza que la federación tiene por los corruptos e incompetentes que se hacen cargo de esas tareas. Mientras tanto, seguirán operando las mesas técnicas donde autoridades de la tribu y funcionarios de varias delegaciones federales acuerdan diversas acciones para desplegar acciones de gobierno que eleven la calidad de vida de los habitantes de esa nación, tanto en materia de salud, educación caminos, productividad y en fin, atender de forma integral el rezago histórico que padecen, fijándose además que en 15 días más, se llevará a cabo una evaluación del avance de lo pactado. Quedó claro que lo ocurrido es sólo una tregua que si bien levanta el bloqueo de la carretera y no cierra la llave del acueducto, se establecen bases muy firmes que hacen prever que lo segundo es inminente y definitivo, quedando ese tubo para operar solo en emergencias, en tanto se redefine que la cuenca del Río Sonora debe tener como prioridad dar agua a la gente de Hermosillo en lugar que a las plantaciones de uva, nogal, ganadería, industria y construcción de viviendas. Como testigos experimentados de las formas de cómo los yaquis deciden las cosas, vimos por ahí a bragados novilleros como Rodrigo Bours, Adalberto Rosas López, Javier Castelo, Alberto Vizcarra, Baltasar peral, Jesús María Martínez, las carnalas Parada y los cuates Mexía, además de una de las bujías de esta lucha, el diputado federal Faustino Félix Chávez, así como los alcaldes de Cajeme y de Guaymas, Rogelio Díaz Brown y Otto Clauseen Iberry, éste último quien tuvo que pagar los platos rotos al tocarle dar de comer a la hambreada talacha reporteril hermosillense que cubrió el evento. Vimos con mucho aplomo a Miranda Nava, no así a un Korenfeld atosigado en estos días por sus declaraciones contradictorias que lo exhiben como un mentiroso y que como decíamos antes, lo hizo que se ganara una denuncia penal. Por ahí atentos al ceremonial y tomando nota en lo que les compete, los delegados de la Semarnat, Ulises Cristópulos y José Luis Germán Espinoza, delegado de la Comisión de Desarrollo Indígena; así como Horacio Huerta, de Sagharpa más que todo en lo que respecta al trabajo de las mesas técnicas y a la consulta en proceso y que deberá de intensificar en estos días. En fin, queda claro que lo pactado es solo una tregua; levantar el bloqueo de la carretera no es claudicar a la defensa del agua y será cuestión de que el gobierno no cumpla con cualquiera de los acuerdos, para volver aplicar el rigor. En fin, como ven todavía no hay nada qué festejar, ya que la fiesta real será dentro de pocos meses cuando se aterrice en el terreno de los hechos los compromisos sacados con tantos esfuerzos de yoris y yoremes que no se han dejado avasallar por el autoritarismo e ilegalidades de Padrés y que independientemente a lo avanzado este día del amor y la amistad, se mantienen en la trinchera y vigilantes de que lo ahora conseguido ni se transforme en simples espejitos.