Algo sobre desalación |
Escrito por Agencias |
Lunes 08 de Julio de 2013 15:15 |
Por: Cesar Lagarda Lagarda Los costos de una planta desaladora, o de cualquier obra financiada por particulares, los debemos separar siempre entre costos de inversión y costos de operación, aunque técnica y financieramente todas las obras de cualquier tipo deben separarse así. Aunque se realicen con recursos públicos directos. En el caso de una planta desaladora para Hermosillo, la experiencia del concurso que se realizó en el año 2001 nos ofrece datos y valores muy importantes inclusive hoy en día cuya validez y actualidad es conveniente precisar. En el concurso de referencia todo el proyecto se manejó como un solo paquete. Esto es: Planta desaladora (fábrica de agua) y acueducto. Todo cien por ciento financiado por la empresa responsable de la construcción, y a pagar (amortización de la inversión) en 22 años. Ese paquete o mezcla planta-acueducto arrojó un costo promedio de 8.22 pesos por metro cúbico, puesto en Hermosillo, a pagar en un plazo de 22 años. A partir del tercer año de operación, o sea dos años de gracia para aprender a ajustar precios operación y educar a la gente en el uso y disfrute de la nueva agua. ¿Qué ha pasado en estos últimos diez años que ya estuviera operando esta planta desaladora para Hermosillo? Evidentemente los costos de operación de la fábrica de agua han bajado considerablemente, por los avances tecnológicos en la eficiencia de membranas y motores eléctricos, así como sistemas recuperadores de energía. El resto de materiales empleados en la construcción de la planta y acueducto se han visto impactados en positivo o negativo al igual que en cualquier obra de construcción de los últimos diez años. ¿Qué se recomienda ahora? Separar los costos. El financiamiento y la construcción, e incluso el concurso y su posible financiamiento, por un lado la fábrica de agua y por otro lado la conducción a los centros de recepción. Almacenamiento y distribución de la red de agua de la ciudad. ¿Qué significa lo anterior? Por un lado concursar la fábrica de agua a la orilla de la playa. Y por otro el acueducto hasta Hermosillo. Se estima que a nivel mundial y la ciudad de Hermosillo no tiene porque ser diferente. Producir un metro cubico de agua a la orilla de la playa, financiada al cien por ciento con recursos privados, cuesta 100 millones de dólares. Esto nos daría aproximadamente 10 pesos por metro cubico de agua desalada puesta en la playa. ¿Qué estaríamos pagando en estos 10 pesos por metro cubico? El capital y el costo financiero de construir dicha planta. En pocas palabras pagar los 100 millones de dólares invertidos en un plazo aproximado de 22 años. Pero también aquí van incluidos los costos de operación de 1 metro cubico de agua desalada producida. En términos más precisos, después de 22 años, una vez amortizada la totalidad de la inversión, únicamente se seguirían pagando los costos de producción de ese metro cubico por segundo de agua desalada, y la planta pasaría a ser propiedad del estado al cien por ciento. En la corrida financiera siempre se contempla que en el año 20 se haga una reposición de todos los sistemas para recibir una planta moderna y eficiente en el momento de terminar de pagar la totalidad de la inversión. Estableciendo un símil representativo válido: motor nuevo, llantas nuevas, suspensión nueva, pintura nueva y todo lo demás que requiere el carro usado que estamos comprando. ¿Qué es lo conveniente para Hermosillo? También de acuerdo a la experiencia que hemos tenido en estos últimos años, sabemos ya que el déficit de Hermosillo en cuanto al suministro de agua, únicamente se presenta en el período de estiaje, y en los momentos cuando las temperaturas suben por arriba de los 43°C. Por otra parte en términos de sustentabilidad hídrica, ambiental y ecológica, en los alrededores de nuestra ciudad capital se puede disponer sin ningún daño al acuífero de 2500 litros por segundo constantes, evitando con ello la sobreexplotación y la recuperación del mismo en el corto tiempo futuro Por lo tanto es importantísimo diseñar para Hermosillo inicialmente una planta o fabrica de agua modular, esto es iniciar con un módulo de 500 litro por segundo, y en el tiempo ir aumentando los módulos conforme aumenten las necesidades de abastecimiento hasta llegar una dimensión de la planta suficiente para garantizarle el agua a nuestra ciudad durante las 24 horas del día, y para siempre, ya que la disponibilidad del el agua de mar se puede considerar prácticamente infinita. Por otra parte hemos estimado que un acueducto de Bahía de Kino a Hermosillo costaría alrededor de mil 500 millones de pesos, con capacidad suficiente para conducir 2,500 litros por segundo, esto es, la capacidad de producción de cinco módulos de agua desalada de 500 litros por segundo que se irían incorporando al sistema en un periodo de 20 años. Lo anterior nos resulta entonces, una fábrica de agua desalada con un modulo de 500 litros por segundo con costo de 500 millones de pesos más un acueducto Bahía Kino-Hermosillo con capacidad de conducir hasta 2500 litros por segundo con costo de 1,500 millones de pesos, representa una inversión total de 2,000 millones de pesos, en una primera etapa. En el año cinco o después de cinco años, se puede incorporar otro modulo de 500 litros por segundo, conduciéndose el agua producida por el mismo acueducto. En año diez el siguiente modulo por otros 500 litros por segundo, y así sucesivamente, en función de la demanda de crecimiento y el desarrollo proyectado para el futuro de Hermosillo. De acuerdo a los datos anteriores podemos entonces concluir ¿que pudiéramos haber hecho con los 3800 millones de pesos que hasta este momento se han invertido en el acueducto independencia? y que todavía no podemos pensar que pueda disponerse agua en cantidad suficiente en los domicilios hermosillenses, ya que su llegada por el lado oriente de la ciudad requiere cuantiosas inversiones( que forman parte del acueducto) para hacer llegar el agua a la zona poniente de la ciudad que es donde realmente está el déficit o el problema, situación que no se presenta con la desaladora en Bahía de Kino, ya que llega precisamente a la ciudad por el lado poniente, que es donde está el verdadero problema. Tiempos Un módulo de 500 litros por segundo se construye sin ninguna dificultad en un período aproximado de 10 meses, de acuerdo a las experiencias ya verificadas la construcción de módulos de este tamaño, lo más que podría llevarse seria un periodo de un año. El acueducto Bahía Kino-Hermosillo, por el tipo de suelo a excavar (no existe roca, es casi pura arena y arcilla) se puede construir en el mismo periodo. En un año se estarían distribuyendo en Hermosillo, iniciando en la zona poniente, 500 litro por segundo de agua desalada, suficiente para resolver el déficit transitorio que se nos presenta entre los meses de mayo a junio en nuestra ciudad capital. Es importante considerar también la inversión necesaria para resolver el problema de fugas originadas por los tandeos y los cambios constantes de presión, y no porque la tubería pueda o no contener agua las 24 horas del día a presión constante, para lo cual fueron diseñadas. De acuerdo con lo anterior, en definitiva los costos de construcción de una fábrica de agua desalada en Bahía de Kino y su conducción a Hermosillo son igual o más bajos que lo que actualmente se construye para traer agua de la presa El Novillo a Hermosillo (3,800 millones de pesos a un 80% de su conclusión total), ya que lo que menos han tomado en cuenta para esta obra es el diseño de un proyecto que contemple costos de operación bajos y competitivos para este tipo de acueductos, puesto que en su construcción fueron eliminadas las obras claves que lo harían un acueducto con costos de operación más económicos, como son: eliminación de los túneles al inicio de su conducción diseñados para evitar bombeos muy altos y costosos, eliminación de la construcción de una sola planta potabilizadora ubicada en un punto del acueducto que garantizaría su funcionamiento cien por ciento a base de gravedad, con la consecuente eliminación de costos de energía eléctrica, eliminación también del reservorio en algún lugar del acueducto que aseguraba su operación también por gravedad. La construcción en el actual proyecto del reservorio en el punto más bajo de acueducto, dentro de la presa Abelardo L. Rodríguez, para su operación en caso de emergencia, requerirá de bombeos costosos e innecesarios, con el consecuente incremento en los costos de operación. Y aquí es importante destacar que los costos de operación, así como la amortización de la inversión, son factores que inciden en forma directa en el precio de venta del agua que se le entrega y factura al usuario. El lector deberá llegar a sus propias conclusiones, con la información que le estoy proporcionando. La construcción de dos plantas potabilizadoras, como está planeado, elimina la economía de escala y dificulta su construcción ya que para ponerlas en operación, sobre todo la potabilizadora norte ubicada en un punto cercano al fraccionamiento Pueblitos, requiere la construcción de 40 kilómetros de acueducto todavía sin iniciar. Esta no es una obra complementaria, sino que forma parte del acueducto, ya que todo acueducto concluye en el punto donde es entregada el agua potabilizada, almacenada y lista para conectarse a la red existente; de ahí en adelante inician las obras consideradas como complementarias, y no antes, como se nos ha hecho creer en Hermosillo por los promotores del acueducto Independencia. Conclusiones Vivimos en una región y un Estado donde la escasez de lluvias es más que evidentes. Por lo tanto el compromiso de autoridades y sociedad debe ser la búsqueda de soluciones que promuevan el ahorro y la eficientización de los diferentes usos que le damos al agua. Incorporar agua al continente de una fuente casi infinita (el mar) es desde hace mucho tiempo una prioridad, la desalación es la alternativa para dejar de depender de las escasas lluvias que nos ofrece la naturaleza y regresarle algo de lo que sin gran consideración y conciencia le hemos extraído durante décadas. El camino ya esta trazado, es el momento de seguirlo por el bien de nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos. |
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