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NUESTRAS INTENCIONES
Los yoeme'm, conocidos nacionalmente como yaquis, son un pueblo indígena del noroeste mexicano, en lo que actualmente es el Estado Sonora. Poseen una figura jurídica como Tribu Yaqui y un territorio definido por acuerdo presidencial celebrado con el entonces presidente Lázaro Cárdenas en 1940, el cuál otorga también el 50% del agua de la Presa La Angostura construida en la vertiente del Río Yaqui, más el agua de escurrimientos y las aguas no controladas.
Su historia, como de muchos pueblos indígenas está caracterizada por la resistencia, resistencia al colonizador; al gobierno novohispano; resistencia al liberal; al gobierno independiente; resistencia al gran capital; al despojo; al exterminio; a la deportación; a la muerte física y cultural.
Desde el 4 de octubre de 1533 La Tribu Yaqui “pintó la raya”, antes se arrodilló y beso su tierra, a partir de ese momento le manifestaron al yori, que ellos, los Yaquis, “los que hablan fuerte” defenderán su territorio, su mundo, su espacio, porque ahí está la cultura, los ancestros, los encantos, la tierra y el río, el origen y existencia de la Tribu Yaqui.
Está página (bochabetia.jimdo.com) es un esfuerzo más por difundir esa resistencia histórica y la defensa actual del espacio y la cultura de la Tribu Yaqui, y no pretende suplantar la voz de los yaquis en sus formas tradicionales de organización ni los medios actuales a su favor. La intención es servir a la vez como medio de difusión, así como un espacio contenedor de información en torno a los mecanismos y acciones respecto a su eterna lucha, cuyo objetivo principal es ser consultada por todo aquel interesado en el desarrollo de los acontecimientos en torno a la Tribu Yaqui.
Nuestro compromiso con la Tribu Yaqui ha permitido acercarnos a la realidad que viven los pueblos indígenas de nuestro país, en particular una lucha que no ha cesado, una resistencia renovada todos los días y una autonomía construida con la voluntad de todos, de los pueblos que día a día dan pasos en ese camino y de la sociedad mestiza con una deuda histórica incosteable, no ser sólo observador sino buscar los medios, por diversos que estos sean, para apoyar las causas y los derechos exigidos dignamente por los pueblos indígenas.
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