domingo, 1 de septiembre de 2013

PERIODICO EL UNIVERSAL: LA GUERRA POR EL AGUA ; COLUMNA JEAN MEYER

PERIODICO EL UNIVERSAL: LA GUERRA POR EL AGUA ; COLUMNA JEAN MEYER


Jean Meyer 

Es un historiador mexicano de origen francés. Obtuvo la licenciatura y el grado de doctor en la Universidad de la Sorbonne.
Es profesor e investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) donde, además, fundó y dirigió la División de Historia. Es miembro de la Academia Mexicana de Historia desde 2000 y director de la revista de historia internacional ISTOR. Ha sido profesor-investigador en El Colegio de México, en París y en Perpiñan, así como en El Colegio de Michoacán.
Entre sus libros se encuentran: “La revolución Mexicana” (1997), “Breve Historia de Nayarit” (2000), “Samuel Ruiz en San Cristóbal” (2000), “La gran controversia. Las iglesias católica y ortodoxa de los orígenes a nuestros días” (2001), “Mendoza Barragán, Ezequiel. Confesiones de un cristero” (2001), “El coraje cristero” (2001), “Yo, el francés” (2002), “Tierra de Cristeros” (2002), “Anacleto González Flores, el hombre que quiso ser el Gandhi mexicano” (2002), El Sinarquismo, el cardenismo y la iglesia 1937-1947 (2003) y “Rusia y sus imperios” (1894-2005).


http://www.eluniversalmas.com.mx/editoriales/2013/09/66306.php


01 de septiembre de 2013



Ahora le dicen al agua “el oro azul”, por su inestimable valor y por la codicia que despierta. Para preservarla y hacer de ella un recurso repartido de manera equitativa, las Naciones Unidas hicieron del año 2013 el año internacional del agua, bajo el signo de la cooperación. “Como nunca los gobiernos, el sector privado y la sociedad civil deben estrechamente colaborar” recordó Irina Bokova, directora de la UNESCO. El asunto urge si uno piensa en el aumento del consumo, los efectos del recalentamiento global, las recurrentes sequías. Se trata nada menos que del porvenir del planeta. Ya son teatro de tensiones y conflictos con China y los países vecinos, el Medio Oriente y Turquía, Egipto y Etiopía, España y… nuestro México.
¿Qué hicimos de nuestras aguas, ríos, lagos y lagunas, manantiales, ojos de agua y manto freático? El Salto, en Jalisco es el símbolo del desastre ambiental. A principios del siglo XX era conocido como “el Niágara mexicano” y visitado por el turismo nacional y extranjero. Hoy en día está mitad entubado, mitad río de aguas negras altamente tóxicas, hasta mortíferas según datos proporcionados por el IFAI. Dejo el tema del desastre para concentrarme hoy en el de la guerra de la cual Sonora es el teatro, sin que sea el único caso en nuestro país.
Recordarán que el gobierno del Estado de Sonora decidió sin pasar por el camino de la concertación, negociación, discusión, desviar gran parte de las aguas del Valle del Yaqui hacia la ciudad de Hermosillo, para resolver los problemas de abastecimiento de la capital y mayor concentración demográfica del Estado. El gobernador Guillermo Padrés impuso la realización del largo e ilegal Acueducto Independencia, sin importarle para nada encontrarse en desacato a las disposiciones del Poder Judicial de la Federación que ordenó claramente la no construcción de esa obra hidráulica. Su conducta despótica provocó la movilización de los habitantes del Valle del Yaqui y el surgimiento de un Movimiento Ciudadano por el Agua. Meses, años de lucha desigual y sin resultados hasta ahora, culminaron hace tres meses con el principio de un bloqueo intermitente de la carretera internacional Nogales-México que dura hasta la fecha.
Hay que saber que “a la condición de desacato del gobernador (que documenté en artículos anteriores) se le agregan la violación a las leyes federales y estatales de presupuesto, a la Ley Nacional de Aguas, al Derecho de Audiencia de los Yaquis, a las recomendaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, además del trato represivo a quienes hemos ejercido nuestros derechos en la defensa de las aguas del Río Yaqui, para que sigan siendo un insumo fundamental en el desarrollo del Sur de Sonora y la producción de alimentos” (Movimiento Ciudadano por el Agua, 12 de marzo).
En desprecio absoluto de la Ley y de la Judicatura, en condiciones financieras obscuras, el gobernador logró lo suyo. El tendido de la tubería fue terminado, se instalaron las bombas en la obra de toma dentro de la presa y de ahí se está bombeando agua de El Novilla a Hermosillo desde el mes de mayo. No está llegando el agua trasvasada ilegalmente al 100% de la ciudad, me informa un corresponsal local, porque las obras de la capital no se han realizado y se estima que tardará más o menos un año, “si es que se realizan. Se está abasteciendo a unas noventa colonias de las aproximadamente quinientos que existen en Hermosillo. Son colonias ubicadas todas en el Sur, en la zona cercana a la llegada del agua de la presa. Eso ha provocado que la gente del Valle del Yaqui, incluida la etnia, se haya puesto en pie de guerra. Mantienen interrumpido el tránsito por la Carretera internacional en forma intermitente, tanto en la salida de Ciudad Obregón hacia el Norte, como en la salida hacia el Sur” (11 de junio).
Hoy el bloqueo carretero sigue sin que se vea clara la intención de resolver este lío que se complica cada vez más. ¿Esperan que la sangre llegue al río?
Profesor e investigador del CIDE

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